miércoles, 22 de abril de 2015

Mañana hace dos años

Mañana hace dos años aun nada había cambiado. Había morcilla, Ribera del Duero, queso machego, banderas comuneras, libros y rosas; y un grupo de ingenuos que no entendían que aquello era el principio del fin. Todos sabíamos que habíamos lanzado los dados para jugar en tableros diferentes, pero no sé hasta que punto éramos conscientes que a la vuelta a nuestro juego ya no estaríamos en la misma casilla, juntos, cómo a la hora de partir... Es parte inevitable de la vida, la evolución hacia ninguna parte o hacia el todo. Y ahora, viéndonos en paralelo, cada cual en el carril de una pista que no lleva al mismo punto, toca madurar y dejar marchar. Abrazar las posibilidades de aprender a querer de otra manera, de aprender a vivir y disfrutar las alegrías ajenas sin, por primera vez en más de media década, ser parte de ellas... Entender que la magia y la intensidad de los mundos como el que nosotros tejimos a la sombra de la Diagonal 649 no están destinados a durar para siempre o quizás sean los únicos que duren, pero transformados... Sólo sé que mañana yo no tengo cenas Comuneras ni Sant Jordis invisibles, y no sé que sacar de todo ello, más que espero tengas una prodigiosa aventura Mon Amie, porque eres la primera pero no serás la última! 





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