lunes, 28 de julio de 2014

Nos vemos en Febrero figuras

...yo tenía que estar entrenando a tope para correr un triatlón en algo más de un mes, pesar 8 kilos menos, y de depresión pretraumática postpseudoerasmus por volver a Barcelona...

En cambio aquí sigo, en la ciudad del viento en un año que aun no ha conocido el verano y las tormentas primaverales tardías están a la orden del día; a puntito de hacer dos mudanzas, una de piso y otra de oficina, sin cambiar ni de compañero de piso ni de trabajo...
 Sí esto significa que me quedo en Chicago, 6 meses más, postpongo todo un poquito, no sé si para bien, para mal o sin más, pero eso hago. Por una vez he decidido no pensar y a sabiendas que estoy bien aquí y ahora, ¿Porqué no alargarlo? Me quedo haciendo un trabajo que me gusta, pero no me entusiasma, que me agota y vacía mentalmente hasta el punto de que hay días que vuelvo a casa echa un trapo, siendo un auténtico cero a la izquierda. En una ciudad dura, extrema, rencorosa. En un país que, al que, para que engañarnos, cada vez le encuentro más pegas, las cabinas de los baños públicos que no cierran del todo, las ingentes cantidades de azúcar y glucosa en todo lo comestible, la separación popular entre vigoréxicos y obesos, el chaqueterismo en cualquier deporte, siempre y cuando USA tenga opciones de ganar, la superficialidad ante cualquier juicio, entre otras. Pero que también me ha enseñado y me ha hecho crecer como persona, me ha demostrado que la crítica sí tiene lugar, que la naturaleza es absolutamente maravillosa y una gran parte de mi, que no debo infravalorarme, que aun a 6000km de distancia de casa, el mundo sigue siendo un pañuelo, y puedes acabar viviendo con un exrival de hockey hierba que casualmente también era portero, y al que no ponías cara, pero no era desconocido del todo, que esas personas que te cruzabas en la escuela y que has conocido solo porque la casualidad os a juntado en un programa de intercambio, merecen infinitamente la pena, que todavía quedan cosas capaces de emocionarme, y por las que me puedo apasionar, y que no importa lo lejos que te vayas el mundo es tan pequeño como tú te lo quieras hacer, y que incluso haciendo algo que de primeras no es estimulante siempre puedes sacar cosas buenas.

Sí, han sido muchas cosas este año, pero a la vez no ha sido un año tan diferente, solo me ha costado un poco más encontrarme como en casa, y ahora que por fin lo he conseguido no tengo intención de volver, porque los meses que quedan, son los meses de verdad, los que cuentan. Dejemos el trauma para más adelante. Y a todos vosotros que seguís al otro lado del charco, tendréis que perdonarme, pero mi vuelo de vuelta ha sufrido un retraso de seis meses.
Nos vemos en Febrero figuras!