domingo, 19 de agosto de 2012

Rebajando a los Dioses

¿Recuerdas cuando éramos Dioses y teníamos el destino del mundo a una vuelta de cuchara en el café?

¿Cuándo aplastábamos civilizaciones a nuestro antojo y jugábamos con la voluntad de los hombres como mera diversión?

¿Cómo renunciamos a todo por poder sentir? ¿Por poder participar de esa vulnerabilidad humana que tan poco comprendíamos y que nos ha expuesto ante el dolor, la humillación, el amor... Que nos ha vuelto débiles?!

En días como hoy me arrepiento de aquella renuncia en la que lo perdimos todo, por ser insectos dentro de un mundo gobernado por titanes, pero también en días como hoy rememoro todo lo vivido y me doy cuenta de que no daría vuelta atrás por nada del mundo, porque sentir, ni que sea dolor, es la experiencia más viva que he experimentado.