martes, 3 de marzo de 2015

Ni puto caso, por favor



Soy un caso perdido al que le apasiona perderse… Odio las selfies, la palabra emprendedor, a Le Corbusier y todo el puñetero movimiento moderno, que los blogs ahora hagan famosa a la gente, que mi Twitter solo hable de politiqueo…


Últimamente parece que las palabras lo arreglen todo y que con cosas como Reinvéntate, Emprende, Creativo, los problemas del mundo se vayan a solucionar. Programas electorales vacíos que encantan a la gente cual serpientes, blogs que dicen nada con palabras bonitas y frases de ánimo ocultas en líricas sencillonas que pueblan los tablones de Facebook, anuncios de marcas de deporte que para venderte ropa o zapatillas parece que estén cambiando el mundo o que te estén mandando a la guerra… Palabrerío, os lo digo yo, que llevo media vida haciendo de ello mi profesión, antes de que mi estrategia quedase expuesta por los maestros en ello que ahora salen de debajo de las piedras…


Pero ¿qué queréis? Soy un caso perdido, al que le apasiona perderse, que abandoné un deporte en el que despuntaba por su exigencia para cambiarlo por otro en el que nunca seré nada y para el que entreno 7 días a la semana… que odio a Miller, pero idolatro a Bukowski o Loriga… Que mis certezas de ayer son mis incoherencias de mañana, así que ya sabéis, ni caso, que solo es un ejemplo más de la palabrería barata que siempre me ha identificado. Vacía y sin talento, pero puramente catártica. Y a los demás que les den, porque lo bueno de no ser famoso y no tener pretensiones es que puedes escribir lo que te salga de la punta de la nariz sin tener que pedir disculpas.