sábado, 23 de marzo de 2013

Carta de motivación

Ahora que ya es oficial que el año que viene me voy a Chicago, os desvelaré el contenido de la carta de motivación que presenté al solicitar el programa de movilidad, que más que carta era un texto, único para los tres destinos que solicitaba, corto, muy corto, demasiado corto, pero da igual, porque probablemente no se lo leyó nadie...
  
CARTA DE MOTIVACIÓN

Un día soñábamos arquitectura, imaginábamos ciudades sorprendentes y espacios mágicos y todo lo que sucedía a su alrededor, pero al día siguiente, sin previo aviso, nos espetaron que el sueño se había acabado, que la arquitectura había muerto. La desazón reinante en la actualidad nos quiere hacer creer que es verdad, pero yo soy reacia a aceptar esa realidad, y sigo convencida de que en el mundo hay sitio para los arquitectos y para todas esas cosas que tienen cabida en sus cabezas. Que hay que cambiar y adaptarse a los nuevos tiempos es obvio, pero que en el futuro hay sitio para el diseño, el buen hacer, los espacios, la ecología, la rehabilitación, y cualquier disciplina propia o cercana al arquitecto y al artista parece igual de obvio. El mundo nos pide a gritos que seamos multidisciplinares, que experimentemos y probemos cosas nuevas, que interactuemos, que nos conectemos a través de las relaciones y las redes sociales, el mundo nos pide avanzar. Y para esto, la experiencia de salir de nuestra zona de confort, enfrentarnos a nuevas situaciones, conocer gente distinta, probar otras formas de trabajar y de pensar ya sea la arquitectura o cualquier otro aspecto de la vida, que nos otorgan los programas de movilidad es única. Ya sabemos que significa ser estudiantes de arquitectura aquí, probemos a serlo fuera, para con un poco de suerte quedarnos con lo mejor de ambas realidades y convertirnos en profesionales mejores, más capacitados y con mentes más abiertas, que al fin de cuentas es el fin último de estos años de esfuerzo.




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