sábado, 11 de febrero de 2012
Un segundo de paz
Me duele la cabeza, me estalla, a decir verdad, no sé si será fruto de los caprichos de ese enemigo vil llamado invierno, o mi mala conciencia llamando a mi puerta para sembrar malestar y privarme de la inocencia del tiempo perdido.
Espirales de luces nublan mi consciencia, mi locura y mi semblante, y por más que cierre los ojos, no consigo que se alejen. Requiero de algo más que más nobles intenciones para seguir adelante, ansío un suspiro de veneno que aletargue mis sentidos y me de alas hacía un futuro sin nubes, donde cesen los tornados, ni que sea por un segundo.
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¿Y de dónde has salido tú?
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Soy "milnovecientosnoventayuno" con otro blog.