Al loco se le reconoce en seguida. Es un estúpido que no conoce los
subterfugios. El estúpido trata de demostrar su tesis, tiene una lógica,
cojeante, pero lógica es. En cambio, el loco no se preocupa por tener
una lógica, avanza por cortocircuitos. Para él, todo demuestra todo. El
loco tiene una idea fija y todo lo que encuentra le sirve para
confirmarla. Al loco se le reconoce porque siempre está dispuesto a
recibir revelaciones.
Umberto Eco – El péndulo de Foucault
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