martes, 28 de abril de 2015
No voy a preguntar quién, pero sí, otra vez me han robado el mes de Abril
Sí, una vez más, cómo cada año, el gran Joaquín tenía razón y Abril está desapareciendo bajo las alargadas sombras de Mayo. Sin embargo, tú y yo sabemos que Mayo es más humo y apariencia que otra cosa y que siempre está rodeado del estrés de las entregas. Otra vez sólo nos encontraremos en las canciones en ese "...ser estudiante el día de la primavera.." y eso ya empieza a doler, porque ya son muchos años y porque por una vez, por qué no, queríamos canciones teñidas de rosa y no ser nosotras quienes vomitamos arco iris mientras nos atiborramos a antihistamínicos cada mañana. ¡Pero eh!, Mayo también trae noticias prometedoras. Un año menos de Arquitortura, además uno importante en la cuenta restante, las promesas del buen tiempo, de playa, y, al menos uno, fines de semana de conciertos en muy buena compañía. Démosle la oportunidad que se merece y vivamos todavía las horas que le restan a Abril sin guardarlo en un cajón, que sabemos que nos lo robaran.
miércoles, 22 de abril de 2015
Mañana hace dos años
Mañana hace dos años aun nada había cambiado. Había morcilla, Ribera del Duero, queso machego, banderas comuneras, libros y rosas; y un grupo de ingenuos que no entendían que aquello era el principio del fin. Todos sabíamos que habíamos lanzado los dados para jugar en tableros diferentes, pero no sé hasta que punto éramos conscientes que a la vuelta a nuestro juego ya no estaríamos en la misma casilla, juntos, cómo a la hora de partir... Es parte inevitable de la vida, la evolución hacia ninguna parte o hacia el todo. Y ahora, viéndonos en paralelo, cada cual en el carril de una pista que no lleva al mismo punto, toca madurar y dejar marchar. Abrazar las posibilidades de aprender a querer de otra manera, de aprender a vivir y disfrutar las alegrías ajenas sin, por primera vez en más de media década, ser parte de ellas... Entender que la magia y la intensidad de los mundos como el que nosotros tejimos a la sombra de la Diagonal 649 no están destinados a durar para siempre o quizás sean los únicos que duren, pero transformados... Sólo sé que mañana yo no tengo cenas Comuneras ni Sant Jordis invisibles, y no sé que sacar de todo ello, más que espero tengas una prodigiosa aventura Mon Amie, porque eres la primera pero no serás la última!
domingo, 12 de abril de 2015
Pseudopsicoanalis o escusas o nada
Hace horas que no puedo mover los pies. Mi tronco inferior ha empezado a fosilizar y se está volviendo uno con el suelo y con el esqueleto de mi sofá de IKEA. Es curioso como este estado se ha desencadenado por mi abulia hacia la actividad, y ahora que poco a poco las posibilidades de esta se van limitando cada vez más, en este proceso de transformación a estatua de sal, es cuando más añoro el movimiento, el fuego que me recorría por dentro, cuando tenía sueños y un lenguaje propio, personal. Aquellos tiempos, en que yo misma empecé a dejar que mi forma de mirar produjese frutos, cuando creía en algo, cuando creía en mí.
Hace mucho que no busco regodearme en una buena discusión ni soluciono el mundo con copas de vino, de hecho últimamente solo bebo cerveza, igual quiere decir algo... Siempre me he caracterizado por tocarlo todo y meter la cabeza en cuanto lugar, tema o conversación que se me antojase interesante, pero mi falta de constancia supuso que de aquello no sacase más que las minucias que se obtienen de rallar la superficie, que en el 90% de las veces no es más que la carcasa. Y así hoy, soy muchas cosas sin ser nada: cinturón marrón de kárate, poseedora de la licencia de piloto a vela con 0 horas de vuelo posterioes al examen, intento de surfista que no aprendió ni a hacer patos, de escaladora, ex promesa del hockey hierba, exfotografa, exdibujante, exlectora, exsoñadora.... Y después de todos esos ex, una vez retirado el polvo y la paja, no queda nada, porque aun no soy ni licenciada y el día que lo sea estaré a tantos años luz de ser arquitecta, que probablemente no lo sea nunca...
Yo de pequeña quería ser erudita, una persona leída, con conocimientos sobre casi todo y con opiniones fundamentadas y sobretodo valoradas; luego quise ser una persona con experiencias, viajada y mis ambiciones se redujeron a sentir la droga más fuerte de todas, la adrenalina. Al final me he quedado entremedias, sin la fuerza para mandarlo todo a la mierda, porque "hay que acabar" y sin la voluntad de seguir leyendo, porque he empezado a olvidar el contenido de muchos libros y ,para que engañarnos, nunca he sido capaz de acabarme un ensayo... Soy un fraude. Esta consciencia no me deprime ni me tiene hundida en un agujero inaccesible. Lo que sí me tiene es bloqueada. Si no me identifico con mi lenguaje anterior y sin lenguaje no se puede ser, ¿No soy? O,¿simplemente me aterroriza enfrentarme a mi verdadero lenguaje, a mi verdadero yo? Siento que este dilema me impide avanzar... Lo más probable es que simplemente no quiera hacer proyectos, y este blog es demasiado accesible desde las pestañas de mi navegador...
Sólo sé que:"... Empiezan a sonar los magnetic fields, te sacaría a bailar si estuvieras aquí. 4 copas ya y sigo estando igual, ¿cómo voy a escapar si no me quiero ir?...."
jueves, 9 de abril de 2015
Dejemos que llueva
Las nubes están hechas de sueños. Es lo único que sé con total y absoluta certeza. Cuando está nublado y llueve, es porque hay tantos, que el cielo no los puede sostener, se saturan y algunos caen a la tierra en forma de lluvia. La pena es que la inmensa mayoría resbala ante la impermeable capa de los paraguas y se estrellan contra el suelo, dónde irremediablemente mueren. Por eso cuando llueve, hay que ir sin paraguas, y esas tormentas de verano, las que nadie se espera y te dejan empapado, son las que más hay que agradecer, porque ¿qué hay mejor que materializar un sueño cuando menos te lo esperas?
Por eso emprendo esta campaña en contra de los paraguas, las capas, los impermeables, los abrigos de gore-tex y los Barbours. Porque es cuando te resguardas bajo un porche a duras penas mientras a tu alrededor cae la mundial, cuando ves el mundo de otra manera; sin filtros; de verdad. ¿Quién no se ha enamorado de las fotos de tormentas, o ha conectado con el silencio de la ciudad en esos microsegundos que dura la magia, o simplemente ha soñado, culpa del ñoñerismo barato que nos enseñaron los hermanos Grimm, conocer a su media naranja resguardándose de una gran tormenta? Esa sensación se encuentra en el aire cuando llueve y no se puede tocar, pero si tienes suerte y te quedas muy quieto, intentando conectar con los sueños que caen del cielo, a veces y sólo a veces, se deja saborear. Y eso es algo que, que se te mojen los calcetines, no puede arrebatar.
Por eso emprendo esta campaña en contra de los paraguas, las capas, los impermeables, los abrigos de gore-tex y los Barbours. Porque es cuando te resguardas bajo un porche a duras penas mientras a tu alrededor cae la mundial, cuando ves el mundo de otra manera; sin filtros; de verdad. ¿Quién no se ha enamorado de las fotos de tormentas, o ha conectado con el silencio de la ciudad en esos microsegundos que dura la magia, o simplemente ha soñado, culpa del ñoñerismo barato que nos enseñaron los hermanos Grimm, conocer a su media naranja resguardándose de una gran tormenta? Esa sensación se encuentra en el aire cuando llueve y no se puede tocar, pero si tienes suerte y te quedas muy quieto, intentando conectar con los sueños que caen del cielo, a veces y sólo a veces, se deja saborear. Y eso es algo que, que se te mojen los calcetines, no puede arrebatar.
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